TEXTO EXPOSITIVO DE MELISSA

“Motricidad”

Cuando hablamos de motricidad, hacemos referencia a las capacidades que tienen las personas para realizar movimientos por si mismo, los cuales, en ocasiones se tornan voluntarios e involuntarios, esta a su vez se divide en dos ramas, las cuales van de la mano siendo una progresiva de la otra; estas son: motricidad gruesa y motricidad fina.

Para iniciar, la motricidad gruesa, es la encargada del proceso que lleva a cabo un niño recién nacido para mejorar sus destrezas, la cuales, con el tiempo se fortalecen, contribuyendo con su coordinación general y visomotora, su tono muscular y equilibrio, de esta manera permite que el niño pueda realizar diversas actividades como: saltar, correr, avanzar y retroceder a partir de sus reflejos.

Otro aspecto a considerar, es la motricidad fina, esta es una herramienta fundamental en el niño antes se su aprendizaje de lecto-escritura, ya que esta se encarga del control manual del niño, permitiéndole de esta manera un buen desarrollo, para así poder lograr el dominio y destreza de todos sus músculos finos de los dedos y manos, ayudándole de esta manera a que el niño pueda lograr sujetar, apretar, alcanzar, tirar, empujar y coger objetos con mayor facilidad y destreza, permitiéndole así un mejor manejo.

Para concluir, es preciso nombrar que todo el proceso motor en general, hace referencia al control y capacidad que tiene el niño y el hombre sobre su propio cuerpo, teniendo como base la motricidad gruesa, la cual como mencionamos anteriormente, abarca el progresivo control de nuestro cuerpo, del cual hace parte el control y dominio de la cabeza boca abajo, el lograr sentarse, voltearse, ponerse de pie, caminar, saltar, entre otras ; continuando con la motridad fina, esta a su vez es la encargada de permitir el mejoramiento de lo movimientos finos y precisos, dando origen a la coordinación oculo-manual es decir, la coordinación del tacto y de la vista permitiéndole de esta manera al niño un buen desarrollo, para que así este obtener una mayor destreza, la cual se puede reflejar cuando el niño comienza a manejar los signos gráficos con movimientos armónicos.